Conociéndome a mí misma
Qué pomposo suena el título que le he puesto al post ¿verdad? Podría haber dicho «indagar en mi interior» o «reflexionar sobre mis valores» aunque tampoco me parece que suene mucho mejor.
Este año ha sido uno de los pocos que ha empezado para mí realmente en enero. Como prácticamente toda mi vida he sido estudiante o profesora (increíble ¿no?) mi ciclo anual siempre ha ido de septiembre a agosto. Pero este año pasado en septiembre y octubre estaba tan ocupada mudándome de casa y organizando todo lo material, al mismo tiempo que poniendo en marcha el curso, que no fui capaz de reorganizar mi mente ni un poquito.
Después de descansar durante los primeros días de las vacaciones me entraron unas ganas tremendas de planificar el nuevo año, proponerme objetivos, abrir nuevos proyectos y todas esas cosas. Algo que en realidad nunca había hecho de una forma tan organizada (se ve que el orden exterior está contribuyendo a mi orden interior). Alguno de esos proyectos me tiene muy ilusionada. ¡Espero poder desvelarlo pronto!
Por ahora me he puesto en marcha apuntándome en varios cursos online sobre temas en los que hace tiempo que me apetece profundizar, y he retomado otros que tenía aparcados. Estoy empezando por aprender a conocerme mejor para reflexionar sobre algunas cuestiones que hace años que trato de solucionar. Me apetecía mucho hacerlo a través de la escritura, con un diario, pero yo sola no conseguía que me funcionase. Así que me anoté en la introducción al curso de Escritura terapéutica que la psicóloga Marina Díaz ofrece por suscribirse a su web Psicosupervivencia. Me gusta cómo explica las cosas esta chica, os la recomiendo muy mucho, de verdad.
Todavía no he acabado todos los ejercicios que propone, pero cuando lo haga y vuelva a abrir las inscripciones en el curso, es probable que me apunte. Mejor dicho, primero tengo que ponerme otra vez con el curso Mi Diario de OyeDeb, que empecé y dejé el año pasado. Lo dejé por falta de pausa mental, porque no era capaz de ponerme a ello, pero me estaba encantando.
Y tú ¿escribes un diario? Cuéntame, cuéntame, que me interesa saber cómo lleva estas cosas cada uno…
+ Las fotos que he puesto no tienen nada que ver, pero hoy me ha dado por pensar en lo inseparables que se han hecho «mis niñas» gatunas. ¡Con lo difícil que se lo puso Cata cuando Toñita llegó a casa! Creo que el haber vivido tantas idas y venidas de pisos este año las ha unido aún más. +
+ Tengo pendiente escribir un post sobre el antes y después de nuestra casa. Me apetece mucho, pero el editar las fotos me está costando un mundo (así que tampoco te extrañes si sigo tirando de refrito de fotos una temporadita más ;).
5 Feb, 2016 @ 21:06
Tus gatas me tienen enamorada… por cierto, me tienes que hablar de esos cursos tan molones que haces porque tienen tan buena pinta. Yo desde los 7 años a los 20 escribía diarios casi a diario :) luego los cambié por cuadernos, pero me volví inconstante. Ahora lo más parecido que tengo es un cuaderno de dibujo, el blog y un archivo donde a veces escribo para olvidar y otras para no. No quiero meter presión pero como arquitecta que no ejerce me encantaría ver tu lindo hogar (vi el adelanto en twitter/instagram y me pareció taaan bonita)
19 Feb, 2016 @ 18:21
Me gusta eso de escribir para unas veces olvidar y otras no 😉
Estoy esperando a que un carpintero acabe con un mueble para poder quitar unas cajas que aún quedan por ahí y me pongo con las fotos!
23 Feb, 2016 @ 10:30
Me acabo de encontrar este post que me debí saltar porque he tenido un mes de locura y no puedo evitar comentar porque me ha gustado mucho. Yo escribí un diario, aunque no a diario, desde que empecé a escribir hasta bien entrados los 30. En su mayor parte eran textos oscuros y atormentados en los que trataba de ajustar cuentas con una vida que no me gustaba y también chapotear un poco en mi desgracia. Según el paisaje se fue aclarando y yo siendo más feliz, curiosamente dejé de escribir. Pero últimamente me está picando el retomar ese hábito que fue fundamental durante tantos años en mi vida, aunque no acabo de encontrar el momento o la calma para hacerlo. Estuve a punto de inscribirme en el curso de OyeDeb, al final no me animé porque sabía que no tendría tiempo, me alegra saber que vale la pena, igual en otro momento me animo!
Tus gatas están emparentadas, por cierto?
24 Feb, 2016 @ 08:11
Yo intento establecer la rutina de escribir por la mañana, tempranito, como una meditación que me relaje antes de empezar el día. Todavía no tengo el hábito, pero lo conseguiré ;)
Mis gatas son medio hermanas. Hermanas de madre. Cuando recogí a Toñita intenté que no se pareciera a Catalina y de cachorrita era distinta. Pero ahora ya ves…
24 Feb, 2016 @ 11:16
Ya me parecía a mí que al principio eran distintas! Qué curioso el cambio de Toñita.
Es un hábito mañanero genial, espero que lo consigas!