Crónica de una mudanza
según Catalina y Toñita.
Ya se sabe que los gatos no son nada amigos de los cambios, sobre todo en lo que respecta a sus espacios y que cualquier novedad los descoloca por una temporada. Pero también creo que a veces les viene bien un poco de aventura, que lo de dormir todo el día y darse unos paseos de vez en cuando se puede hacer muy aburrido. Aunque se quejen y se escondan…
De lo que sí estoy segura, es de que en compañía siempre se lleva mucho mejor. Me parece que Cata y Toñita nunca han estado más unidas que desde que nos hemos venido a nuestro piso provisional.
Ahora lo bueno va a ser la vuelta a nuestra casa (ya queda menos…) que es la misma, pero no es igual. ¡Estoy esperando a ver cómo se mueven por ella!
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4 Sep, 2015 @ 12:20
Pues puedo imaginar que estarán un buen rato inspeccionando todo, hasta el último detalle, en silencio y caminando así…como agachaditas. Son las dos preciosas, ¡qué ojazos!
Ya nos contarás su reacción al volver, y la vuestra…porque imagino que debéis estar ya deseándolo! ;)
Besitos, Montse
4 Sep, 2015 @ 13:47
Primero unas horas metidas en el transportín, en el que un rato antes me costó sudores meterlas… Y luego, tal cual tú dices, sí! :)
Estamos más que impacientes!!!
Besos.
4 Sep, 2015 @ 18:46
Pobrecitas mías, están como vaca sin cencerro! Cuando vuelvan a casa estarán encantadas, me da que igualita que la dueña!! Buen fin de semana!
Nika
9 Sep, 2015 @ 12:47
Como vaca sin cencerro igual que yo! Mira que me gusta esa expresión! ;)
Besos, Nika, y gracias por estar ahí.