La humildad
Las orquídeas llegaron a mi vida no hace mucho y han conseguido quedarse. Con las flores me pasa como con las personas, que no soporto la prepotencia y la gente que presume todo el tiempo. «Dime de lo que presumes y te diré de lo que careces» es uno de mis refranes favoritos.
Por eso al principio no me gustaban nada las orquídeas, tan valoradas ellas, las reinas de las flores. Las que llenan las habitaciones de hospitales cuando llega un recién nacido. Las que se les regalan a las madres a las que no les gustan las bellezas efímeras…
Hasta que conseguí revivir una planta que se iba a ir al cementerio de las plantas y vi cómo me lo agradecía regalándome una preciosa flor por primera vez en mi vida. Fue una sensación tan mágica, tan diferente a comprar la mejor de las macetas ya floridas en una floristería y que te la envuelvan en celofán, que me enganché a ella. Y acabé de enamorarme visitando el orquidiario de los Kew Gardens de Londres y el que cuidaba Charles Darwing en su invernadero de Down House, para sus estudios botánicos.
La cuestión es que, aunque ahora me llena de alegría ver florecer mis orquídeas cada año, sigo pensando que a veces la flor (y la persona) más humilde es la más bella y la que saca la mejor parte de sí misma para los que tiene a su alrededor.
¡Que pases muy buen fin de semana! Yo lo voy a pasar entre correcciones de trabajos y elegir azulejos.



15 Jun, 2015 @ 16:04
Creo que es por eso que me encantan las margaritas… bueno, además de una fascinación por los tópicos, por la esencia, que me acompaña desde bien joven :-)
15 Jun, 2015 @ 20:36
Andaba anoche viendo vídeos de YouTube para ver si consigo por primera vez que una me sobreviva por una vez en la vida. Así que simpleza o no simpleza te admiro profundamente. Yo creo que no está reñido y mas que culpa de las orquídeas es culpa de todos esos lazos y cajas que les ponen en las floristerías.
16 Jun, 2015 @ 10:27
A mí tampoco me gusta la prepotencia, ni la gente que presume de sus virtudes todo el tiempo, me gustan las plantas pero me aflige que se me muera una por eso he tenido épocas en las que no tengo ni una; ahora mismo tengo un par de ellas y un jazmín recién llegado ¡qué nervios! me encantaría que se quedara conmigo, yo lo voy a intentar con toda mi voluntad…
Besos, Montse. Me acuerdo mucho de ti y de tu acampada fuera de casa hasta nuevo aviso. Espero que todo vaya yendo bien.