Proyecto nuevo: las colchas teja
Hace un par de meses comentaba que estaba buscando nuevas paletas de colores para nuevos proyectos. De uno de ellos me cuesta un poco hablar, porque supuso para mí una pequeña decepción. Empezó como un proyecto de colaboración que finalmente no llegó a buen puerto. Consistía en la elaboración de dos colchas de patchwork con los colores preciosos que ves a continuación.
Después del trabajo ya empezado la decisión de cómo continuar con ellas se me hizo complicado, porque no sentía que pudiesen estar en la tienda pero tampoco quería que quedasen sin acabar, en el limbo de los wips (works in progress, me encanta esa expresión ;).
Finalmente me decidí a hacer unas pequeñas modificaciones, para sentirlas más mías, y quedarme con ellas para mi casa, porque después de que nuestras gatas se merienden las mantas del sofá de lana poco a poco, estábamos necesitando imperiosamente unas nuevas.
Las piezas ya están cosidas y las colchas montadas, esperando a ser acolchadas a mano. En unas semanas te enseñaré cómo evolucionan.
¿Cómo llevas tú las decepciones en cuestiones de trabajo?
11 May, 2017 @ 15:31
Qué pena Montse, seguro que son preciosas, ¡deseando verlas acabadas!
Yo las llevo fatal, pero fatal, rollo «tiro la toalla!» e irme al sofá a zamparme una tableta de chocolate negro enterita y lamerme las heridas. Y justo hoy he tenido una asi que estoy…
12 May, 2017 @ 12:25
Yo intento recomponerme cuanto antes. Pero cuando creo que lo he superado, vuelve a rondarme por la cabecita cuando menos me lo espero. Rumiar no sirve de nada. Besos y arriba!
12 May, 2017 @ 17:06
Pues para no gustarte mucho, lo poco que se ve tiene una pintaza. Ya tengo ganas de verlas en todo su esplendor.
15 May, 2017 @ 10:05
No, no es que no me gusten, quizás me he explicado mal. No creo que pudiese terminar algo que no me gusta :) Simplemente me han sacado de mi forma de trabajar habitual , pero me está encantando el resultado.
Gracias por comentar!
2 Jul, 2017 @ 00:49
Pues teniendo en cuenta que cada proyecto emprendido es una aventura, que las colaboraciones aún lo son más porque cedemos parte de nuestro control creativo (el cual normalmente manejamos al 100%) a favor del «proyecto común»… creo que tu «descoloque» es normal pero nunca negativo.
La zona de confort es, o puede ser, una trampa. Está bien para una marca comercial, pues ayuda a definir y a identificar el producto, pero es limitadora para un espíritu creativo inquieto con ganas de probar cosas nuevas (es decir, fuera de la zona de confort).
Creo que tu sitio web tu da espacio para todo: la tienda ofrece la paleta esperada y allí debes dirigir los productos a los que otorgues una propósito de venta, y en el blog puedes mostrar tus experimentos y tus inquietudes creativas. No todo lo que creas ha de tener un destino orientado a la venta.
Pero si aún así lo que experimentas te gusta, entonces crea en la tienda diferentes colecciones, cada una de ellas con destinatarios diferentes en personalidad y tono ¿por qué no, por qué limitarte? Y evalúa la respuesta del público… no te cortes la alas antes de volar
7 Jul, 2017 @ 20:47
No sabes lo que me ha gustado y ayudado tu comentario, Eva. Desde que he abierto la tienda estoy dándole vueltas a estas cosas y creo que has dado en la clave de la cuestión. A veces ver las cosas desde demasiado cerca nos hace perder la perspectiva…
Cuando dejo de experimentar en aras de una imagen más compacta que funcione bien de cara la público, me falta algo. Creo que no las voy a dejar de hacer nunca, y me has hecho pensar que quizás solo tienen que encontrar su espacio, ya que forman parte de mí.
Muchas gracias por ayudarme a reflexionar!
Un abrazo.