Segunda parte del Cross sampler
Esto vengo a mostrarte hoy, más imágenes del bordado que presenté la semana pasada. Hacía años que no bordaba tanto y me lo pasé de maravilla. Creo que es lo que más me entretiene hacer con agujas.
¿Te he contado alguna vez que fue mi madre la que me enseñó a bordar? Ella aprendió en el colegio, en esa época en que era una actividad que las mujeres decentes debían aprender, para llevar bien su casa y aportar algo bonito al ajuar matrimonial. A mi madre le encantaba bordar y lo hacía realmente bien, así que también quiso enseñármelo a mí. Como todas esas connotaciones que tenía el bordado en tiempos pasados me repelían, al principio me resistí un poco. Lo mismo me pasó con el ganchillo y con otras labores «femeninas».
Y con el tiempo acabó maravillándome y se me olvidó todo lo demás. Y ahora las connotaciones han pasado a ser otras. Precisamente para mí estas labores pueden ser una reivindicación de lo que la mujer era capaz de hacer, del talento anónimo de mujeres muy creativas a las que no se les dejaba muchos más lugares para expresarse que coser entre otras mujeres o entre las paredes de su propio hogar.
Hoy estoy muy agradecida a mi madre por haber puesto las agujas en mi camino, a la vez que haberme dado todas las oportunidades que ella me podía ofrecer para que pudiese elegir el mío propio.
12 Abr, 2016 @ 11:30
Creo que ya te lo he dicho tantas veces que temo ser aburrida… Me parece precioso esto que haces. El bordado nunca me ha interesado lo más mínimo, pero viendo tus trabajos casi me dan ganas de aprender (por suerte se me pasa enseguida, yo sé que esta labor no es para mí). Y comparto lo que dices sobre el sentido de las labores «femeninas», aunque yo de pequeña las aprendí con gusto, debe ser que las pillé por el lado creativo, porque todo lo demás lo rechacé de plano (y cuánto lamento ahora no haber aprendido un poquito a planchar en condiciones!)
12 Abr, 2016 @ 17:24
Muchas gracias, Nieves. Me das mucha alegría.
¡Y pensaba que sabías bordar! Nunca es tarde para aprender, pero solo de lo que apetezca de verdad. ¡Hay tantas cosas interesantes por ahí como para dedicarnos a lo que sabemos que no es lo nuestro!
Un beso.
12 Abr, 2016 @ 17:51
Uy, no, me parece una labor muy delicada y laboriosa (valga la redundancia) para mí. Es verdad que me encanta ver tus bordados, pero con la edad me voy haciendo sabia y ya sé que no puedo meterme en más fregados :)